Virgen de Fátima, los rayos del Sol; se eclipsan
Con tu bello resplandor.
Madre protectora, que avisas de la ira del Omnipotente.
Y tu Corazón de Madre sufre, por tanta desobediencia;
A la Justa Justicia del Creador. No, nos damos cuenta;
De las almas qué van al Infierno, en número incontable.
Y Tú Madre buena, te apareces a tres niños inocentes;
Guiada, por tu caridad de Madre del Redentor.
Te aflige la suerte de nuestras almas y nos mandas rezar El rosario, como arma insondable de la Misericordia;
Qué el buen Padre, y su Hijo; te encomiendan.
Es de tal urgencia éste mensaje, que no ha dejado indiferentes a ningún Pontífice; Oremos, Recemos...
Por nosotros mismos, y los pecadores; por los amigos
Y los enemigos; la Virgen de Fátima, nos acompañe
En este peregrinar, nos llene de bendiciones y en la hora de la muerte...