Dulcísima Madre mía
Cantar de gozo quería
Al verte, más Hermosa
Qué la fragancia del día.
Más tierna, que la blanca
Nubecilla, más pura, que la
Nieve en las montañas.
¡Madre! ¡Sublime y Sencilla!
Escogida Rosa del Edén…
La más Bella entre todas
Más que la Aurora boreal.
Perfumada con la sonrisa…
Del Niño Dios de la Gloria.
Bendita Paloma del Espíritu
Qué anida en lo escondido…
Y se recrea en ¡La Unidad!
¡De Las Tres Personas!.
Autora: Mercedes Ramos.