Tú eres María, sonido y reflejo del cielo.
Para nuestra humanidad,errante sin tiento.
Tú la bondad, nos brindas amor y sentimiento.
¡Gloria de Jerusalén! ¡Soberana del Mundo!
Doncella Pura,de Manantial cristalino.
Tú la Madre Virgen, La Rosa de Jericó.
Inmaculada Esposa,qué al Verbo encarnó.
La dulce María,dando el “SI” se anonadó.
¡Cómo esperaba la Madre, el Nacimiento!
Conmovida, de ver el semblante del hijo.
La más humilde de Nazaret, se arrodilló.
Con alabanzas al Padre, su pequeñez se humilló.
Autora: Mercedes Ramos.