La primera Misionera de Jesús
Tú fuiste María, sí la primera.
La Madre Misionera junto a José.
Por los caminos a una tierra extranjera.
Llevando la luz, donde mejor la acogieran
Egipto acogió en sus arenas, experiencias…
De una familia sagrada, que no imaginarían.
Sonrisas y caridad, de tu buen hacer María…
Fuiste sembrando en tu entorno, olvidando,
La causa de vuestra estancia, a Dios solo contarías…
La pena de ver tu Hijo, despreciado y perseguido.
Salve Misionera del hijo de Dios, tú la primera…
Escuela de perfección, para todo misionero.
Que todos debemos hacer, llevar a Cristo al Mundo.
Para que sea conocido, desde; un confín al otro.
Egipto; siempre serás recordado, y llamado tierra Santa.
Por acogen en su tierra, al Hijo de tu Entraña.
Salve, doncella primorosa de Dios, fuente de sabiduría.
Lograste el sueño de las hijas de Israel, tierra escogida.
Tú dulce María, humilde sierva, y cándida criatura.
La más Excelsa de las mujeres, Madre, y Misionera.
Ven a nuestro encuentro con tu divino Hijo, en nuestra agonía…
Nonos abandones Madre, intercede por nuestra salvación.
Y seas siempre querida y admirada por tus hijos. Y…
Por la voluntad de Dios, ¡bienaventurada por toda la Eternidad!
Autora: Mercedes Ramos
Tú fuiste María, sí la primera.
La Madre Misionera junto a José.
Por los caminos a una tierra extranjera.
Llevando la luz, donde mejor la acogieran
Egipto acogió en sus arenas, experiencias…
De una familia sagrada, que no imaginarían.
Sonrisas y caridad, de tu buen hacer María…
Fuiste sembrando en tu entorno, olvidando,
La causa de vuestra estancia, a Dios solo contarías…
La pena de ver tu Hijo, despreciado y perseguido.
Salve Misionera del hijo de Dios, tú la primera…
Escuela de perfección, para todo misionero.
Que todos debemos hacer, llevar a Cristo al Mundo.
Para que sea conocido, desde; un confín al otro.
Egipto; siempre serás recordado, y llamado tierra Santa.
Por acogen en su tierra, al Hijo de tu Entraña.
Salve, doncella primorosa de Dios, fuente de sabiduría.
Lograste el sueño de las hijas de Israel, tierra escogida.
Tú dulce María, humilde sierva, y cándida criatura.
La más Excelsa de las mujeres, Madre, y Misionera.
Ven a nuestro encuentro con tu divino Hijo, en nuestra agonía…
Nonos abandones Madre, intercede por nuestra salvación.
Y seas siempre querida y admirada por tus hijos. Y…
Por la voluntad de Dios, ¡bienaventurada por toda la Eternidad!
Autora: Mercedes Ramos