Ya llego la luz de la alborada
Pobre y resplandeciente
Humilde, y lleno de gracia.
El señor se anonado, se hizo pequeño
Para que tú y yo seamos grandes.
Se confundió con la prole
Se perdió en el horizonte
Para que tú y yo, elevemos la vista.
Y, sin perderlo de vista, nos uniésemos
Y formáramos una gran familia.
Autora: Mercedes Ramos.
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