LA FAMILIA DE BELÉN ESTA MUY SOLA.
NO DEJEMOS SÓLO AL NIÑO.
AYUDEMOS A OTROS QUE TAMBIEN LO ESTAN.
Tiempo de adviento espera y preparación.
Esperar con fervor la llegada del niño Dios.
En compañía de Maria, asistiéndola en oración.
No, somos conscientes, de la magnitud del nacimiento.
No, somos conscientes, ni pensamos, ni siquiera adoramos.
Por qué, hermanos, cuándo daremos más importancia
A lo trascendental, de nuestra vida, que; a derrochar sin desmedida.
Lleguemos al convencimiento, de una noche buena, sobria y alegre;
Esperando al salvador, con cánticos de amor, para no olvidar…
El misterio de nuestra salvación, llenos de gozo; felicitaremos.
¡Al niño de Belén!
¡Al pequeño Emmanuel!
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Autora: Mercedes Ramos.
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