Llena de orgullo, en tu regazo, portas
La prenda que recibiste.
¡Como lo cuidas Madre! sin creerte,
Que tú hayas sido la elegida.
Una emoción te embarga
De ternura, hacia la criatura.
Y le dices Hijo, Hijo, ¡Hijo de mi alma!
Por que ha mirado, la humildad de su esclava,
Me llamaran Bienaventurada.
Autora: Mercedes Ramos.
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